Esta habitación no tiene deseperdicio. Me encnata el árbol lleno de hojas y hasta con un buho, las cajas de vino de madera, la manta de crochety el armario imitando una cabinalondinense.
A medida que van creciendo, nuestro hijos nos van pidiendo poder decorar ellos mismos su habitación, contribuir con su granito de arena. Pués si el vuestro quiero colgar los monopatines en la pared, ¡qué los cuelgue!